jueves, 25 de junio de 2009

EL JILGUERO

El Jilguero (I) 1.1.-

INTRODUCCIÓN.El Orden de las aves Paseriformes comprende 5.100 Especies, entre las que existe un amplio grupo constituído por 372 Especies euroasiáticas que integran la Familia Fringillidae, o de los Fringílidos, cuya estirpe ha colonizdo todas las regiones del mundo, excepto los polos.Esta extensa familia ornítica se caracteriza por ser de pequeño o mediano porte, tener un régimen mixto de alimentación, poseer 10 plumas remeras primarias (también llamadas rémiges) y 12 timoneras o rectrices. Pertenecen al Suborden de los Conirrostros, tienen dos surcos laterales en la cara posterior de los tarsos y son más de 1.200 Especies. Poseen un pico fuerte y cónico, adaptado para romper semillas, construyen su nido en forma de copa y el período de incubación de la puesta oscila entre 11 y 14 días, solamente.En un escalón inferior de esta nomenclatura taxonómica se encuentra otro numeroso grupo de 123 Especies básicas, los “Carduelinos”, la mayoría de los cuales habitan en el Viejo Continente.A esta interesantísima Subfamilia de Carduelinos pertenecen varias Especies y Subespecies indígenas europeas y euroasiáticas – razas geográficas - , que de forma paulatina, iremos describiendo aquí. Al hacerlo, nos llevan fundamentalmente, dos motivos: El amor por estas maravillas de la Madre Naturaleza y un ardiente deseo de que nuestro trabajo contribuya a difundir un mayor conocimiento entre las personas e instituciones que comparten o influyen en su medio natural, con el fín de salvagurdarlas de su más que segura desaparición.Nos referimos a Jilgueros, Pardillos, Verderones, Verdecillos, Lúganos, Verderones serranos, Canarios, Camachuelos, Picogordos, Piquituertos, etc., etc. Los Carduelinos que habitan otros Continentes se irán describiendo en nuestra Sección de “Exóticos”. El estudio sobre sus cuidados, bajo el enfoque como “aves de compañía” ( su canto, su reproducción en cautividad, su genética, sus mutaciones, etc.), se irán detallando en la Sección “Ornitofilia”.
El Jilguero (II)EL JILGUEROSINONIMIA LATINA.-Carduelis carduelis (Linneo, 1758)Carduelis elegans;Fringilla carduelis 1.2.- NOMBRES VERNÁCULOS EUROPEOS.- Castellano: Jilguero, “Colorín”, “Sietecolores”; Inglés: Goldfinch; Francés: Chardonneret; Alemán: Stieglitz; Italiano: Cardellino; Portugués: PintassilgoComum; Catalán: Cadernera; Vasco: Karnaba; Gallego: Xilgaro.1.3.- IDENTIFICACIÓN.-El Jilguero puede vérsele en pequeños bandos, más o menos numerosos, asocidos a veces con Pardillos, en huertas, jardines arbolados, orillas de carreteras, de caminos rurales y campos abiertos, adonde crecen los cardos y otras plantas compuestas silvestres. Es difícil verlos volando en solitario, pero sí cundo se posan en lo más alto de la rama de un árbol, cantando en época de celo.Terminada la temporada de cría, se agrupa en pequeños bandos buscando alimento entre los cardos, de cuyos capítulos se cuelga, vientre arriba, al igual que hacen los Herrerillos y otros Paros. El vuelo es de cortas ondulaciones, en el que destella, a la luz del sol, el vivísimo color amarillo de sus bandas alares, en contraste con el negro azabache del resto del ala, el blanco del vientre y el rojo intenso de la cara.Es una estampa típica su alegre revoloteo sobre los cardos y capítulos espinosos, extrayendo con su largo y afilado pico las semillas de su interior. Su nido, construído en la horquilla de la rama más alta de los árboles, es de una perfección y belleza absoluta. El canto del Jilguero macho es muy variado, de timbre dulce, melodioso, y fuerte, intercalando algunas estridencias y notas disonantes. La identificación de los sexos es harto difícil, aún de cerca. Es ave típica “de jaula”, tanto por el precioso canto de los machos como por su bellísimo colorido.1.4.- HÁBITAT.-En primavera y verano el Jilguero frecuenta huertas, jardines, parques, linderos de arboledas, cultivos y cursos pequeños de agua. En otoño e invierno busca zonas y campos abiertos y rastrojeras de cereales de secano, adonde se alimenta de semillas de cualquier variedad de cardos y de gramíneas, ya agostadas y resecas. En esta época del año es frecuente observar bandadas de entre 12 y 40 ejemplares, deambulando por campos y llanos, mezclados con algunos Pardillos y Verdecillos. A veces estas bandadas pueden sumar cientos de individuos.1.5.- DISTRIBUCIÓN.-Es nidificante en todos los países europeos, excepto Islandia.También cría en África del Norte, Oriente Medio y Asia Occidental, incluídos Irán y la Cordillera del Himalaya. Muy abundante en toda la Península Ibérica, cría también en, Canarias, Azores y el Archipiélago Balear.Por su gran popularidad y capacidad de adaptación se le ha introducido en Uruguay, Argentina, Nortemérica, Australia y otros países de las Antillas y Oceanía, en varias de cuyas ciudades, es ya un ave fácil de ver en sus parques y jardines. Pese a su relativa abundancia en la Península Ibérica, debemos anotar un significativo descenso en el último año. Los datos obtenidos en 5.984 estaciones de observación en España, han arrojado una cifra de 4.247 Jilgueros en la temporada 2001. Esto reprenta una clara tendencia de descenso respecto al año anterior, lo que debería suponer una llamada de atención para autoridades, agricultores, ecologistas y aficionados a su caza.Las causas de este descenso podrían buscarse más en el uso masivo de insecticidas y pesticidas - por el incremento de cultivos intensivos - que por la caza tradicional para su enjaulamiento y cría en cautividad. Ello no quita para que algunas variedades o subespecies endémicas de Jilgueros, muy apreciadas entre aficionados por su especial canto, ya hayan desaparecido por completo de sus hábitats naturales.1.6.- DATOS PARA SU IDENTIFICACIÓN.-1.6.1.- TALLA Y COLOR DEL PLUMAJE.-El Jilguero de la Península Ibérica (Carduelis carduelis parva) mide 12 cms. y pesa entre 12 y 15 grs. El macho adulto en época de celo posee una máscara de color rojo intenso que comprende frente, mejillas y parte de la garganta, en torno a un pico largo y agudo. Este “bozo”, inconfundible, rebasa la parte posterior de los ojos, no llegando, en las hembras, más allá del centro del mismo.Este dato, aunque no del todo seguro, es el “rasgo más diferenciador” de su escaso dimorfismo sexual. Otros datos a tener en cuenta entre el macho y la hembra son el negro y la forma de la cabeza, que en el macho, aquel está más extendido y ésta es menos redondeada que en las hembras, siendo el color de las cerdas, o “bigotes” (que nacen en la base superior del pico), más negras en los machos.La parte trasera superior del ojo (“sienes”), de la cara y del cuello, son de color blanco crema en ambos sexos; el color del pico, es blanco, con el cúlmen distal de la mandíbula superior, negro; los ojos son marrón oscuro; el píleo, “cogote” y zona post-auricular, negro azabache; las alas, del mismo color, con una ancha lista o banda amarillo limón, muy visible en vuelo. Dorso, zonas pectorales y flancos, pardos. Una línea negra, muy delgada, rodea el pico, luciendo un “antifaz” negro, que ocupa la parte posterior del ojo.El abdomen, el obispillo y el plumón subcaudal son blancos. La cola tiene forma ahorquillada, con la parte superior negro azabache y el ápice de las remeras coloreado de blanco (“perlas” o “alubias”). Tarsos, piés y dedos, color carne.; uñas, marrón oscuro.Los jóvenes carecen de máscara roja y del negro de la cabeza, siendo sustituídos dichos colores por un gris perlado cerrado. El color de las alas es más apagado que en los adultos, excepto el amarillo de las bandas alares, que es casi idéntico. Estos colores se mantienen hasta que los jóvenes realizan su primera muda completa, siendo por ello, muy fácil su identificación.La diferenciación de los sexos entre adultos, sin embargo, es difícil por su escaso dimorfismo, pudiéndose afirmar que ambos son “semejantes”, ya que se requiere la intervención de un “buen experto” para su correcta identificación.1.6.2.- CELO.-De ordinario, el Jilguero macho posee, durante el celo, un carácter bastente irascible. No son infrecuentes, pues, las peleas en esta época del año, tanto con otros machos - en disputa por el territorio y su hembra - como con su propia consorte. Es habitual presenciar una riña que tenga lugar en el aire, con un revoloteo parecido al de las mariposas, acompañada de notas y rascadas estridentes y muy fuertes - con fines disuasorios y de intimidación - “impropias” de un pájaro tan pequeño y tan buen cantor.En realidad estas riñas son más un ritual que una verdadera lucha, en el cual, el genuino triunfador es siempre el que “grita” más fuerte, el que mejor exhibe y despliega su plumaje y sus colores a la luz del sol y el que mejor se “mantenga” en el aire “haciendo el vuelo de la mariposa”.A lo largo del mes de marzo, y dependiendo de la zona y del buen tiempo, los Jilgueros machos, ya apareados, muestran a las hembras sus más bellos colores y movimientos, inflando su plumaje y ejercitando un “bailoteo” muy vistoso y llamativo, para lo cual imprime a todo su cuerpo contorsiones y movimientos zigzagueantes, extiende alternativamente las alas y la cola, de forma que, ante la hembra, queden bien iluminadas por los rayos del sol, sus bellísimas bandas amarillas y sus inmaculadas “perlas” blancas.Tras estas “efusivas” manifestaciones o paradas nupciales, el macho ofrece alimento a la hembra que, echada sobre su abdomen, abre y cierra las alas haciéndolas vibrar como si fuera un Colibrí.Son bellísimas imágenes que contienen un vigor y una ternura que la naturaleza sólo nos regala en forma de joya viviente como es el Jilguero.1.6.3.- CANTO.-El canto del Jilguero, al igual que el despliegue de su plumje, de los movimientos rítmicos de la cabeza, del cuerpo y de la cola, así como el vuelo en suspensión en las riñas con otros congéneres (“el mriposeo”), simplemente son manifestaciones ritualizdas (“paradas”), cuyos principales fines son el cortejo de la hembra, las marcaciones de su territorio, la defensa de la pareja y de la prole. Pero, de todas ellas, la más atrayente y hermosa para el hombre es el canto.Su canción está compuesta por una gran variedad de dulces notas o voces musicales, de ejecución rápida, gorjeos lentos, suaves y prolongados, timbres metálicos agudos y silvidos muy melodiosos, todo ello con intercalaciones esporádicas de reclamos profundos y acuosos(“tsuit-uit-uit; tsi-gelit”), tintineantes, de una belleza especial, junto a algunas “rascadas” y estridencias, frecuentemente al final de la canción (“guiiisrr; gueeesrr”). El canto del Jilguero pone una nota de paz y alegría en los huertos, campos y caminos de la vieja Iberia.Los aficionados al cultivo del canto del Jilguero son decenas de miles en España y en Europa y se agrupan en Asociaciones federadas que tratan de conservar y mejorar la calidad y musicalidad del mismo. Para ello, existen códigos, planillas de valoración de las notas, concursos y jueces ornitófilos expertos que velan por mantener un estandar fijo de la pureza de su canto.
El Jilguero (III).7.- ALIMENTACIÓN.-Como ocurre con los demás Carduelinos y Fringílidos, los Jilgueros mantienen a lo largo de su vida una alimentación mixta, compuesta de semillas, brotes vegetales e insectos. Las semillas de cardo, son, sin embargo, la base principal de su dieta. La especial preferencia por la familia de plantas compuestas de Cynara cardunculus, la anatomía y estructura de su pico, de su lengua y de su boca para extraer, pelar y triturar las semillas de los capítulos de casi todos los cardus, rodeados de peligrosas brácteas espinosas, es la que le ha valido ser el prototipo de todos sus parientes y semejantes, los Carduelinos. De ahí la denominación taxonómica de Carduelis carduelis (“comedor de cardos”).No obstante, también se alimenta, como ya se ha dicho, de otras muchas semillas de plantas compuestas, como Centauria, Alsine, Ulmaria, Diente de león, Verdolaga y otras gramíneas. En la época de brotación y floración de Olmos, Alisos, Abedules y otros árboles frutales, también come sus yemas y partes tiernas.La captura y consumo de insectos vivos la reliza, especialmente, entre los meses de abril y junio, coincidiendo con el período de celo y crianza de los polluelos, los cuales precisan para su crecimiento y desarrollo, una dieta más rica en proteínas. Entre los insectos elegidos figuran, principlmente,huevos, larvas, y pupas de moscas, moquitos, mariposas, pequeños escarabajos, grillos y saltamontes.Los alimentos los suministra, principalmente el macho, que los destina a la hembra y a los polluelos, regurgitándolos, ya predigeridos en el interior de su buche. La hembra se afana, mientras tanto, en la incubación de los huevos, calentar y cuidar las crías y reparar y limpiar de heces y suciedad del interior del nido.El Jilguero precisa constante e impertivamente de agua limpia para beber y para sus baños, lo que suele llevar a cabo cada día dos veces, como mínimo, fuera de las horas de más calor, cosa que conocen bien los “pajareros”, que aprovechan mañanas y atardeceres, para capturarlos y enjaularlos.1.8.- NIDIFICACIÓN.-En la mitad Sur y Sureste de la Penísula Ibérica, con buen tiempo, los Jilgueros comienzan a hacer su primer nido en la última semana de marzo, viéndose ya algunos pollos revoloteando junto a sus padres, en la segunda semana de abril. En árboles resguardados del frío y del viento del norte, en huertos y parques, a mediados de abril ya existen gran cantidad de hembras incubando, pero en la parte Centro y Norte la inmensa mayoría de ellas no empiezan a hacer el nido hasta pasado el día 15 del mes. El motivo principal es que el nido debe estar bien oculto y abrigado y hasta las fechas indicadas, árboles setos y arbustos de hoja caduca – que son sus preferidos – no suelen estar cubiertos.Así, el nido del Jilguero, tanto por su diminuto tamaño como por su perfecto camuflaje, es muy difícil de encontrar y sólo el piar de los polluelos nos orienta para llegar hasta él. El nido suele estar construído en una horquilla formada en las ramas más altas de almendros, manzanos, perales, albaricoqueros, parrales y otros frutales, pero también le gusta mucho anidar en cipreses y abetos de parques y cementerios, no despreciando, como ya hemos dicho, arbustos tupidos y setos de linderos. Algunos nidos construídos en viejos cipreses, olmos y abetos, alcanzan alturas de 12 metros, pero generalmente la altura media oscila entre 2 y 4 metros.Los nidos de Jilguero están artísticamente construídos con delicados materiales que la hembra adhiere a las ramas elegidas y que entreteje con gran destreza. Es, en realidad, una compacta aglomeración de finas raíces, líquen, fibras secas y suaves de gramíneas, cerdas, lana y pelufas vegetales. Su interior está forrado con pelo, lana, pelufa y telarañas...¡Una obra de la más bella arquitectura artística!.1.9.- PUESTA E INCUBACIÓN.-La puesta consta de 4 o 5 huevos blancos - que pasan a un tono azulado al desarrollarse el embrión –, moteados de manchas de color marrón oscuro, violeta o rosáceo, que suelen concentrarse en la parte más ancha.Algunos huevos poseen sólo el color blanco-azulado básico, sin mancha alguna. Exiten puestas de 6 huevos (raramente 7), siendo, casi siempre en estos casos, inviable el desarrollo y crianza de todos los polluelos. El tamaño oscila entre 165 por 125 mms., de media y 170 por 130 mms., de extremos.
El Jilguero (IV) Tras la puesta del primer huevo, las hembras suelen descansar un día, para seguir poniendo un huevo cada día siguiente hasta terminar de ponerlos todos. Una vez puesto el tercer huevo, las hembras adquieren un estado febril (“se quedan cluecas”) que les mantiene empollando los huevos de forma constante durante trece días. El macho le trae el alimento al nido mientras se mantenga el estado febril, que suele durar unos 20 días.1.10.- CRIANZA DE LOS POLLUELOS.-Al decimotercer día del comienzo de la incubación, nacen los polluelos, cubiertos por un tupido plumón de color gris oscuro. Nada más nacer, piden insistentemente alimento, abriendo totalmente el pico y mostrando bien visible el interior de la boca y la garganta, viéndose nítidamente el color rojo de ambas, el violeta del paladar y el amarillo cremoso de las comisuras hinchadas del pico.Los polluelos permanecen en el nido un período de tiempo que va de 13 a 17 días. Mientras tanto, ambos progenitores los alimentan incansablemente con una mezcla de semillas tiernas, pequeños insectos, sus huevos y sus larvas. Dicha mezcla es regurgitada en el interior de la garganta, que los pollos tragan vorazmente. En agosto, ya volanderos, los pollos se agrupan en pequeños bandos, siendo aún cebados por sus padres durante 8 días másLos Jilgueros hacen de dos a tres nidadas al año, siendo bastante frecuente que se malogre la primera de ellas. Las causas suelen ser por falta de calor en el nido, por las habituales lluvias del mes de abril y por las fumigaciones con insecticidas y pesticidas que los agricultores hacen en los campos de cultuvo por esas fechas. Los pollos nacidos de la primera nidada son los más buscados por los aficionados a cultivar su canto, a los cuales les llaman “mayeros”.1.10.- MIGRACIÓN.-El Jilguero es considerado como un ave migradora parcial. Los nacidos y criados en zonas norteñas invernan siempre en terrenos más al sur, alcanzando incluso, África del Norte y Oriente Próximo y regresando a sus lugares de orígen para anidar y reproducirse.En Iberia los Jilgueros nidificantes emprenden un viaje lento y errático que se inicia ya en agosto. Los procedentes del Centro y Norte de Europa llegan a la Península en grandes oleadas. En invierno, las Islas Británicas se quedan prácticamente sin Jilgueros, los cuales llegan a España costeando el litoral atlántico francés y concentrándose principalmente en Cantabria, La Rioja, Meseta Central, La Mancha y Andalucía. Estos Jilgueros que llegan costeando el litoral francés, no ocupan el Levante ni el Nordeste de la Península Ibérica.Los migrantes otoñales e invernales que llagan a la zona Nordeste y Sureste no pertenecen a la raza Carduelis britannica, sino a las subespecies procedentes del resto del Continente. A estos Jilgueros se les reconoce por su mayor tamaño, sus colores más vivos, el pico más largo y la cabeza más grande (“cabezones”).En octubre, el paso de Jilgueros por el Estrecho de Gibraltar hacia África, junto a otras aves, es un espectáculo inolvidable para ornitólogos y aficionados. Junto al Pardillo, el Jilguero es, entre todos los Fringílidos europeos, el migrador invernal más abundante en el Norte del Magreb. En primavera, de marzo a abril, el paso por la costa mediterrána peninsular hacia el Norte, es contínuo, volando muy bajo, casi a ras del suelo, evitando así los fuerte vientos.
2.- RAZAS Y SUBESPECIES.-Existen al menos 11 Razas y Subespecies de Jilgueros en Eurasia, pero todas ellas son muy parecidas entre sí.La de porte más pequeño, Carduelis carduelis parva (Vaurie), es la que cría en la Península Ibérica, Baleares y Canarias. Sus colores rojo y amrillo son algo más apagados que las demás Razas europeas y el blanco no es tan nítido, pero el negro es más intenso, su carácter no es tan agresivo y es mejor cantor. Las Razas oriundas del Centro y el Norte de Europa, poseen las “perlas” o “alubias” más grandes y en algunos ejemplares se extienden a las tres rectrices exteriores de cada lado. Estos Jilgueros son muy buscdos por pajareros y aficionados por su mejor canto y les llaman “Jilgueros reales”.La Raza más parecida a parva es britannica, que se reproduce en las Islas Británicas y Países del Benelux. En Sicilia, Córcega y Cerdeña existe la Subespecie tschusii, de pico más fino, máscara más roja y brillante y las cobertoras alares y el manto, más marrón. La Subespecie niediecki vive en la Isla de Chipre, Anatolia y Oriente Medio.Otras Razas y Subespecies del Jilguero y sus zonas de ocupación son: canicep (Pakistán y Cordillera del Himalaya); paropanisi (parte sur de Irán y Centro de Asia); brevirostris (países del Cáucaso); major (Suroeste de Siberia); subulata (Turkestán); loudoni (zona Norte de Irán).Los aficionados al Jilguero en cautividad han logrado, en los últimos años, varias mutaciones de interés ornitófilo y de gran belleza, como el Bruno, el Ágata, el Isabela, el Blanco y el Satiné (ojos rojos), pero ninguna de ellas se reproduce en libertad, debiendo ser considerdas como variedades domésticas de Carduelis carduelis.José Moreno SánchezMurcia, 6 de Septiembre de 2002.
BIBLIOGRFÍA.- “Goldfinch Eurobirding.co.uk”; S.E.O./BirdLife, 2002, “Tendencias de las poblaciones de aves comunes en España” (1996-2001). Progrma SACRE. Informe 2001. SEO/BirdLife, Madrid; “Guía de Campo de las Aves de España y de Europa”, Roger Tory Peterson, Guy Montfort, P.A.D. Hollom, OMEGA 1995 ; “Aves de Europa, Norte de Africa y Próximo Oriente”, Mark Beaman y Steve Madge. OMEGA, 1998; “Guía de INCAFO de las Aves de la Península Ibérica”, Ramón Sáez-Royuela, INCAFO, Madrid. 1980.; Archivo “LAS AVES” y elaboración propia-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

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